Iba de camino a casa
junto a Jack, pero como si no estuviera. Entramos en la casa y el se fue
directo a su cuarto. Deje escapar un suspiro. Si me escuchara no se comportaría
de esa manera. Fui a mirar a ver si estaba James en el despacho. La puerta
estaba cerrada. Piqué.
-
Adelante – se escucho desde adentro.
Me asomé para ver si
estaba disponible. Estaba hablando por teléfono pero me hizo señas con la mano
para que me acercara.
-
Tu madre me esta contando lo que tramasteis para
poder hablar – me dijo con un sonrisa – Ha llamado ahora para hablar contigo
pero no se acordaba de que trabajo en casa y que podría pillaros – continuó.
Se me iluminó el rostro
al saber que era con mi madre con la que hablaba.
-
¿Qué? Si ya... – sonrió ampliamente – Te
comportas como uno de ellos... Podría demandarte por decirme eso... – soltó una
carcajada – Esta bien, esta bien... Si, te la paso – y me alargo el teléfono.
-
¿Mama?- dije feliz. Vi como James se alegraba al
verme hablar de nuevo.
-
Hola mi niña – escuche su risilla- Nos han
pillado – dijo como una niña pequeña.
-
Ya veo, pero no parece que haya nada malo en
ello – dije mirando a James que negaba con la cabeza como diciendo que yo
estaba en lo cierto - ¿Cómo estas?
-
Yo estoy como una rosa, pronto me darán el alta
e iré volando a verte – dije felizmente.
-
¿De verdad? – dije emocionada – Tenemos que
hablar de muchas cosas.
-
Si, así es – me dijo conciliadora – Me ha dicho
James que estabas algo extraña desde ayer – su voz se notó preocupada.
-
No te preocupes – le dije.
-
¿De verdad que no pasa nada? – me insistió.
-
Es una larga historia – le dije.
-
Esta bien, veo que no quieres hablar de ello –
dijo sin ninguna molestia.
-
No es por nada, es que... no estoy preparada
para reaccionar, creo – le dije dubitativa.
-
Esta bien mi niña, no te preocupes. Cuando te
vea te lo sacaré todo a besos – me dijo divertida.
-
Me parece estupendo – le dije contenta.
-
Bueno hija, te dejo que viene el señor doctor a
darme la lata – dije con voz inocentona.
-
Hasta luego – dije entre risas.
Le devolví el teléfono
a James.
-
Veo que estas mejor – dijo mientras apoyaba los
brazos en la mesa.
-
Sí, porque ahora tengo un plan entre manos –
dije con voz traviesa.
-
¿Y de que se trata? – dijo siguiéndome el juego.
-
Ayer te dije que necesitaba un favor y solo tu
me puedes ayudar. Tienes que buscar a una persona.
-
Esta bien, ¿de que persona se trata? – me dijo
mientras cogía una libreta.
Vaya, que fácil era
tratar con James.
-
Se trata de Megan McFuller – le dije firmemente.
La puerta se abrió tras
nosotros.
-
¿Para que quieres buscar a Meg? – dijo Jack.
Vaya, por fin me
hablaba. Esto se ponía interesante.
-
¿No te han dicho que escuchar tras las puertas
es de mala educación? – le dije.
-
Mi educación es lo de menos ¿qué quieres de Meg?
– me dijo serio.
-
Eso es lo de menos, lo primero Jack, esto es un
asunto privado si quieres decir algo ven luego a verme – dijo James.
Jack nos miró a los dos
y luego se dio la vuelta cerrando la puerta de un portazo. Al otro lado se escuchó a Mikel gritando que
había petardos en casa.
-
¿Os pasa algo a ti y a Jack? – me pregunto.
-
Se ha enfadado porque me llevo bien con Derek –
le dije sin darle importancia.
-
Vaya... – se paso una mano por la frente como
intentando quitarse el dolor de cabeza.
Antes de venir aquí
para hablar con James le pregunté a Derek si podía contarle la historia de
Megan a James y me dijo que si eso ayudaba de algo que lo hiciera. Y así lo
hice, se lo conté todo.
A la mañana siguiente
en el instituto fui a almorzar de nuevo con Derek. Jack hoy ni siquiera me
había esperado para ir a clase y Raquel había vuelto a faltar.
-
Por el momento hará lo que pueda. Empezará la
búsqueda pero tiene que hablar contigo para que le des todos los datos posibles
– le dije.
-
Esta bien, pero solo con una condición – me
dijo.
-
¿Cuál?
-
Que me cuentes que es lo que te pasaba ayer.
Giré la cara. Me
hubiera gustado poder contarlo primero a Jack y Raquel, pero ellos ya no
estaban por mi así que solo me quedaba Derek. No es que lo utilizara como
segundo plato, para nada, es que ahora la situación hacia que estuviéramos
unidos para seguir adelante. No era solo cosa mía, era cosa de los dos. Tras
unos minutos más de silencio me atreví a empezar.
-
¿Te acuerdas que te dije que mi padre me pegaba
desde que mi madre nos abandono?
El asintió.
-
Pues ayer fui a verle a comisaría.
-
¿Qué hacia en la comisaría?
-
Verás, tu padre es el representante legal de mi
madre. Un día vino a hablar con..., con mi padre. Mi padre le pego. Se
descubrió que me pegaba y lo detuvieron.
-
¿Entonces tu madre se a puesto en contacto
contigo?
-
Si. De pequeña me prometió que volvería a por
mi. Pero creo que han pasado muchas cosas y que no pudo ser. Ahora esta
ingresada en un hospital del extranjero. Pronto le darán el alta – deje escapar
un suspiro y sonreí – Ayer me dijo que pronto le darían el alta y podríamos
vernos.
-
Me alegro mucho por ti encanto – dijo dándome
con el puño cariñosamente en el hombro.
-
El caso es que anteayer hablé con mi padre. Y me
contó que él no es mi padre biológico, que cuando conoció a mi madre ella ya
estaba embarazada de mi. Además que nunca me quiso...- esas ultimas palabras se
me atragantaron por las lagrimas que amenazaban en salir.
-
¡Vaya! – me rodeo con su brazo – Pero tu tienes
que ser fuerte encanto. Esta vez no voy a fallar, voy a estar a tu lado – y me
guiño un ojo.
-
Gracias Derek – y me puse a llorar en su hombro.
La imagen de Jack pasó por mi mente y mi llanto se intensifico.
Derek me acarició el
pelo susurrándome que me tranquilizara. Que ya todo había pasado. Sin darnos
cuenta la puerta de la terraza se abrió. La oportunidad no era don de Jack
precisamente.
Al verlo nos separamos
al instante. Jack vio que estaba llorando y se encaro a Derek.
-
¿Qué le has hecho? – dijo furioso.
-
Tranquilo primo, yo no le echo nada, solo
estábamos hablando.
-
No te creo.
-
Pues deberías empezar a escucharle – le dije, me
miró desconcertado – Que sepas que pronto James dará con Megan y entonces le
creerás.
-
¿Creer el que? – dijo derrotado al ver que me
mantenía firme al defender a Derek.
Entre los dos le
contamos todo lo referente a Megan. Jack no estaba del todo convencido. Pero
prometió que se lo pensaría, además si resultaba ser cierto y Meg se lo
confirmase no podría negar la evidencia. La campana sonó y los tres entramos a
clase.
Estábamos de vuelta a
casa cuando Jack me dijo:
-
Que sepas que le estoy dando una oportunidad a
Derek por ti.
-
¿Por mi?
-
Si tu le crees, tu que has vivido lo de Meg,
será por algo ¿no? – me dijo con una media sonrisa.
-
Gracias Jack – y me tiré a sus brazos. Caímos al
suelo.
-
¿No te resulta familiar esta pose? – me dijo
divertido.
Me ruboricé de pies a
cabeza. Cuando nos miramos nos echamos a reír dejando atrás los dos últimos
días.
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