El
resto del día, o más bien casi todo, nos lo pasamos estudiando a pesar de la
innumerables quejas de ambos. Me di cuenta que ellos no es que fueran tontos,
para nada, solo eran vagos. No hicimos un plan de estudios para toda la semana
para que no nos quedara ninguna materia suelta. Y como ya era inevitable
comenzó la semana más terrorífica del curso.
La semana paso rápida y llegó un nuevo fin de semana que me lo
tome para descansar. No se cuanto pude dormir. No pensé en ninguna de las
intrigas que rodeaban mi vida. Solo pensé en la paz de una mullida cama y en
que, de aquí una semana, mi madre estaría conmigo.
Y el lunes empezó el festival de la escuela. El primer día apenas
vi a Jack o a Derek. Por las mañanas nos tocaba a las chicas servir y por las
tardes a los chicos mientras los otros repartían boletos de promoción para que
asistieran. Me di cuenta que echaba muchísimo de menos a Raquel. Ella era la
única chica con la que me relacionaba y por lo tanto me sentí un poco sola. Al
llegar a casa el primer día estábamos derrotados y apenas hablamos. No habíamos
hablado nada de lo ocurrido entre los dos. Quizás la excusa perfecta era los
exámenes y el festival pero me moría por dentro por saber que es lo que el
pensaba. Porque yo, sin darme cuenta o sin querer reconocerlo, me había
enamorado de él.
El martes fue algo más de lo mismo, pero Derek saco algo de tiempo
para pasarse durante mi turno. Traía loca a las chicas que se peleaban por
servirle. Y por supuesto él estaba encantado con las atenciones. Pensé en Megan
y en que pensaría ella de todo aquello. Yo no conocía al Derek de antes. Quizás
esa fuera su verdadera personalidad pero me negué a mi misma esa posibilidad y
la respuesta era muy simple: él la seguía queriendo. Lo vi en sus ojos cuando
me hablo de ella. Por la tarde estuve repartiendo más boletos a la gente que
venía de otros institutos. Era impresionante ver lo popular que era el nuestro.
Un montón de chicas y de chicos entraban sin parar y no se iban hasta que el
sol se empezaba a poner. Aquel día me fui sola a casa. No encontré a Jack por
ninguna parte así que no tuve otro remedio. Al llegar a casa Jack tampoco
estaba y me preocupe un poco pero Mikel no me dejo pensar mucho más pues estaba
aburrido y me necesitaba para jugar. Caí rendida en la cama aquella noche sin
darle más vueltas a nada.
El miércoles todo fue distinto. Las chicas de la clase
cuchicheaban sin parar, igual que la gente que entraba y salía a tomar algo. No
quise prestar atención pero cuando pase por el lado de una mesa me fue
imposible no poner la oreja:
-
Dicen que Samantha Mckain esta haciendo un trío
con Derek y Jack.
Me sorprendí.
-
Pues yo he escuchado que sale a escondidas con
cada uno para... Dicen que es una...
No pude más. Ante la sorpresa se me cayo la bandeja al suelo. El
silencio se hizo en la clase y todo los ojos se posaron en mi. Yo agache la
cabeza y comencé a recoger torpemente. Cuando lo recogí me fui al baño. No
entendía nada. ¿Cómo habían aparecido todos esos rumores? ¿Quién los había
inventado? ¿Los chicos lo sabían? ¿Por qué me tenía que pasar aquello a mi?
Me refresque la cara y me miré al espejo. Me recordé que tenía que
ser fuerte. Había sobrevivido a las palizas de mi padre, sobreviviría a la
ultima semana de instituto. Salí del cuarto de baño y me quede petrificada.
Jack y Derek me estaban esperando. Cuando Jack me vio, vi en sus ojos la
preocupación y el alivio.
-
¿Estas bien? – me dijo mientras me tocaba la
cara con su cálida mano.
-
Sí... – dije en un susurro. Mi corazón latía
desbocado con el echo de que me tocase.
-
A lo
mejor no se ha enterado – dijo Derek serio.
-
¿Enterarme de que? – dije confundida.
-
De los rumores – dijo Derek.
-
Calla – le dijo Jack mirándole con ira.
-
Esto... –
los dos me miraron cuando comencé a hablar – Si que he oído algo – dije tímida.
-
¿Y estas bien? – me volvió a insistir Jack, yo
asentí - ¿Tienes alguna idea de quien puede haber sido el que dejo correr
esos... – se calló pensando en la palabra mas adecuada – estúpidos rumores?
-
No, no tengo ni idea.
-
Quizás es alguien que te tenga envidia – dijo
Derek pensativo.
-
¿Envidia de que? – pregunte.
-
Samy, ¿no te has dado cuenta? – dijo señalándose
a si mismo – Tengo fans, cualquiera le gustaría estar conmigo. Y tu eres la que
más tiempo pasa a mi lado – dijo sonriendo, orgulloso.
-
No creo que sea por eso – dijo Jack ignorando a
Derek.
-
Puede que tenga razón – Jack se sorprendió y
Derek le dio un codazo para hacerle rabiar – Quiero decir... – me puse nerviosa
sin motivo aparente – Los dos sois muy populares – Jack estaba serio,
impasible, Derek en cambio sonreía con orgullo – Al pasar yo tanto tiempo con
vosotros quizás moleste a alguien, a alguien que este por ambos – dije para
finalizar.
No hablamos más del tema. Nos llamaron la atención por estar en el
pasillo sin hacer nada. Era la hora del cambio de turno y Jack se fue a la
cafetería y yo a repartir boletos. Cuando ya estaba apunto de irme Derek me
alcanzó y me acompañó a casa.
-
Jack se va a quedar un rato más averiguando que
es lo que ocurre. Me a ha pedido que te vigile – me dijo.
-
No me va a pasar nada. Puedo cuidarme sola – le
dije ofendida. ¿Por qué pensaban que me
iba a ocurrir algo?
-
Samy, no es por que te fuera a pasar algo a ti
sola es por las demás. No sabes de lo que son capaces las chicas adolescentes
cuando tienen celos – me dijo muy serio para lo que a él se refería.
-
Gracias – dije un poco avergonzada.
En el fondo no estaba acostumbrada a que se preocuparan tanto de
mi. Era un alivio tener a alguien a mi lado para los momentos difíciles. Cuando
ya estuve en casa me fui directa a mi cuarto. Estaba cansada y me puse el
pijama. Me metí en la cama pensando que mañana sería otro día.
El jueves los rumores no habían desaparecido pero eran más leves y
discretos ya que la gente empezó a estar ansiosa por la fiesta de mañana. Se
encendería una gran fogata y habría fuego artificiales por doquier. No es que
me hiciese mucha ilusión asistir pero le prometí a Raquel darle todos los
detalles. Mientras servia no paraba de pensar en Jack. Quería estar con él, a
su lado. Quería averiguar si el sentía lo mismo que yo. Quería sentirme libre
de las múltiples miradas que me acechaban. Cuando termine mi turno salí de
clase y allí estaba él. Tan guapo como siempre. Me sonreía cariñosamente.
-
Sam, ¿qué tal la mañana? – dijo mientras me
miraba a los ojos.
-
Tranquila – dije un poco intimidada.
-
¿Seguro? ¿No te han dicho nada?
Negué con la cabeza.
-
Esta bien – empezamos a andar por el pasillo –
Mañana es el último día del festival – dijo algo ausente.
-
Si...
-
¿Vendrás conmigo? – me dijo sin mirarme. Me
pareció ver un leve rubor en sus mejillas.
-
Sí – dije entusiasmada.
El giró la cara y me miro complacido.
-
Nos vemos mañana.
-
¿Cómo que mañana? ¿No va a venir a casa esta
noche?
-
Si, claro – dijo mientras se rascaba la cabeza
algo nervioso – pero tengo algo que hacer. Adiós – dijo mientras se daba media
vuelta para volver a clase.
Me fui a casa pensativa. ¿Qué es lo que Jack estaría tramando?
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