Ya por la tarde en el
parque me había calmado de todos los sentimientos que me habían sacudido por
dentro aquel día tan largo. Mikel se columpiaba con unos amigos suyos mientras
Jack y yo estábamos sentados en mi banco favorito.
-
Sam, Sam – dijo Mikel mientras venia corriendo
hacia mi.
-
¿Qué pasa? – pregunte asustada de que le hubiese
pasado algo.
-
¿Podemos comprar comida para pájaros? – me dijo
sonriente.
-
Esta bien, quédate aquí con Jack, vuelvo
enseguida – le dije más tranquila.
Me acerque a la señora.
Sin que pudiera abrir la boca me volvió a coger la mano.
-
La oscuridad aun no a desaparecido de tu vida.
No te dejes engañar por la luz que ahora te invade porque tan rápido como a
llegado puede desaparecer. Un día tendrás que elegir: seguir adelante o saltar
al vació.
-
¿Qué quiere decir? – estaba confusa, ya era la
segunda vez que la señora me hacia algo así.
-
¿Cuántas bolsas quieres? – me pregunto con una
sonrisa llena de arrugas.
-
Una, pero ¿me va a contestar?
-
Ten – dijo acercándome la bolsa - ¿De verdad
quieres saber la respuesta?
Le di el dinero y me
gire. No, no quería saber la respuesta, esa no.
-
Sam, ¿cómo llevas los estudios? – me dijo James
mientras cenábamos.
-
Bien – le conteste – la semana que viene son los
exámenes finales, pero llevo estudiando hace tiempo.
-
Te veo segura – me dijo sonriente – Y tu Jack
¿cómo los llevas?
-
Los llevo, no soy un crack con los estudios ya
lo sabes – dijo sin ganas.
-
Pues deberías esforzarte aunque sea solo para
esta semana.
-
Si, si, no te pongas pesado tío – le dijo.
-
Soy vuestro responsable y tengo que preguntaros
– nos dijo.
-
Ya lo se, pero no te pases de carroza – dijo
Jack, luego se levanto de la mesa y se marcho.
-
¿Le pasa algo? – me pregunto curioso.
-
No lo se exactamente. Hoy nos hemos encontrado
con un antiguo amigo suyo y desde que le ha visto esta raro.
-
¿Qué amigo?
-
Derek Craven
-
Vaya..., así que esta aquí.
-
¿Tu también lo conoces?
-
Sí, es mi hijo.
-
¿Cómo?
¿Su hijo? Pero si no se
parecen en nada. Eran como la noche y el día.
-
No lo parece, ¿verdad?
-
Para nada, pero si es tu hijo... ¿cómo que no
lleva tu apellido?
-
Lleva el de su madre. Yo tampoco creí que fuera
mi hijo cuando me lo dijeron – sus ojos estaban mirando al vació como
recordando aquel día- Es el vivo retrato de su madre.
-
Si es tu hijo, ¿cómo que no vive contigo?
-
Vive con su madre. Hace dieciocho años me dio
una época muy loca de rebeldía a pesar de estar estudiando derecho. Conocí a
Beverly, a la madre de Derek, y fue una atracción muy fuerte lo que sentimos.
No duró mucho, la verdad. A los dos años de aquello volví a verla y me dijo que
había tenido un hijo y que era mío. Nos hicimos las pruebas de paternidad, y
así era, mi hijo – dijo con cara de sorpresa – No es que trate mucho con él,
pero les paso una pensión a los dos para que no les falte de nada.
-
¿Jack y Derek son primos?
-
Exacto – dejo escapar un suspiro – Antes se
llevaban genial, pero no se porque un día Jack dejo de hablarle.
Estuve un rato más con
James y me fui al cuarto de Mikel a darle las buenas noches. Estaba ya dormido
le di un beso en la frente. Ya me iba cuando le escuche decir:
-
Mami..., mami Cath...., vamos a buscar a Sam...,
mami....
Mi mundo se paro al
completo cuando escuché aquel nombre. Cath, o mas bien, Catherine era el nombre
de mi madre. ¿Por qué Mikel la llamaba mami? ¿No será que Mikel es en realidad
mi hermano?
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