28 abril 2012

Capitulo 24 "La luz de mi oscuridad"


A la mañana siguiente me levante temprano. No había dormido demasiado. Baje al comedor a desayunar. James estaba con el periódico tomándose su primer café del día, Jack hacía la tarea con prisas y Mikel jugaba con sus cereales. Me senté sin decir nada. No tenía palabras, no querían salir. ¿Sería cierto lo que escuché anoche? James me miró interrogativo yo giré la cara. Cogí una tostada y me la metí en la boca, para no tener que hablar a pesar de estar sin palabras. Jack advirtió mi inquietud. Mikel seguía a lo suyo preso de su inocencia infantil que le hacia estar ausente de todo.

-          ¿Pasa algo? – pregunto James.

Negué con la cabeza. No quería preguntar, no quería saber si era cierto. No es que me fuese a molestar si fuera cierto, es mas, estaría encantadísima. Pero dentro mi pienso que sería más justo hablarlo con mi madre. Ojala me llamara pronto. Se que fue ayer cuando hablamos pero ya quería volver a escuchar su voz.

-          Sam, me han llamado de la comisaría, tu padre quiere verte.

Levante la cabeza sorprendida. Mi padre quería verme ¿para que? Yo no quería verle, pero no me pareció justo desobedecer su deseo.

-          ¿Cuándo?

-          Cuando tu quieras, ¿quieres ir hoy después de clase?

Jack me miraba curioso. Esperando mi respuesta. Intrigado. Desconcertado por mi comportamiento, cuando desde que estaba allí siempre bajaba feliz a desayunar.

-          Esta bien. Pero saldré un poco tarde, tengo cosas que hacer allí.

-          Vale, yo estaré fuera esperando – dijo. Dobló el periódico y se levanto para ir al despacho. Yo hice lo mío y fui a recoger mi mochila. Jack y Mikel me siguieron, preocupados.

-          ¿Estas bien? – me pregunto Jack ya en la calle después de haber dejado a Mikel en la escuela.

-          Si – dije secamente.

-          No te creo...

Entramos en el instituto. Derek esperaba en la puerta de la escuela.

-          ¡Hey! ¿Cómo estas encanto? – me dijo.

-          Estaría mejor si no te viera, estoy seguro – dijo Jack.

Ignore a ambos y seguí mi camino. Los dos se quedaron quietos viendo mi reacción.

-          ¡Sam, espera! – dijo Jack echando a correr - ¿Qué te pasa?

-          No es nada, no te preocupes – deje escapar un suspiro – Solo estoy nerviosa por lo de esta tarde.

Me miró ceñudo, como si no acaba de tragarse mi mentira. Pero se escogió de hombros y entramos a clase. Raquel no había llegado todavía. Era extraño ella era muy puntual. Me senté en mi mesa sumergida en mis pensamientos.

-          En nuestra propuesta para el festival, que será justo de aquí dos semanas, decidimos hacer de nuestra clase una cafetería. Las chicas por la mañana servirán en la cafetería y por la tarde repartirán propaganda, los chicos al revés.

Hubo un murmullo en la clase. La gente comentaba emocionada esperando que pasase pronto la semana de exámenes.

-          Como ultimo punto del día – continuo el delegado – Pronto tendremos que despedirnos de este nuestro instituto, pero hay una compañera nuestra que se ira a final de semana. La compañera de la que hablo es Raquel Quick – desperté de mi mundo para escuchar lo que decían, no podía ser cierto ¿Raquel se iba? – Aprovecho también, ya que esta ausente hoy, que mañana se hará correr una tarjeta de despedida para que cada uno deje sus correspondientes dedicatorias...

Sentí que mi corazón dejaba de latir. Como mis oídos dejaban de escuchar. ¿Por qué se iba Raquel? ¿Por qué no me había dicho nada? ¿Qué haría yo sin mi mejor amiga? Ella siempre había estado a mi lado, desde que éramos pequeñas estuvimos juntas. A pesar de que no salíamos juntas siempre nos llamábamos y ahora más que nunca la necesitaba a mi lado y no estaba. Se iba, para dejarme aquí. Una vez más una persona querida me dejaba atrás. ¿Por qué siempre la misma historia?

Alguien toco a mi hombro, yo pegué un salto en la silla del susto. Me giré, Jack me miraba preocupado.

-          ¿Estas bien?

-          ¿Tu lo sabías? – pregunte angustiada.
Negó con la cabeza.

Raquel no apareció el resto del día. Y no podía llamarla porque aun tenía mi móvil en la casa de mi padre... Cuando terminaron las clases Jack se fue corriendo. Tenía que recoger a Mikel y llevarlo a una revisión medica. Yo me quedé esperando en la clase. Miraba por la ventana ensimismada. Apenas debía quedar nadie en la escuela. La puerta se abrió tras de mi.

-          ¿Me buscabas? – me dijo una voz que ya me empezaba a sonar familiar.

-          Sí – le mire a la cara – Quiero hablar contigo.

-          Para mi es un placer – y me guiñó el ojo.

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