Soy consciente de que
es un sueño. Que no es real. Pero también soy consciente que un día todo
aquello paso de verdad. No puedo evitar sentir lo mismo que para entonces.
Estaba feliz. Gloriosa, burbujeante. Estaba siendo el día más feliz de mi vida.
La estancia estaba llena de rosas blancas que dejaban su aroma por doquier. Me
miro en el espejo y me doy unos últimos retoques a mi maquillaje. Ya estoy
lista. Miro mi tocador. Oh no. Allí están, un par de gemelos. Se los olvidó.
Los cojo y salgo por la puerta a un largo pasillo. Por el camino me encuentro
con alguien.
-
Estas preciosa – me dice.
-
Gracias – le contesto.
-
¿Te vas a escapar? Eso me rompería el corazón.
Me río.
-
No, se le olvido esto. Voy a dárselo.
-
Esta bien, te acompaño. ¿Aunque no dicen que eso trae mala suerte?
-
Eso dicen... Pero no creo en las supersticiones.
-
Yo tampoco – me sonríe.
Le acompaño en la
sonrisa.
-
Un día de estos tienes que venir a comer conmigo.
-
Esta bien, cuando tú quieras.
-
Te tomo la palabra, aunque... ¿él te dejara?
-
Eres su mejor amigo, por supuesto que sí. Tu novia y él salen muchas veces a
comer juntos. Siendo justos, nosotros también podemos.
-
Tienes razón. Pero es porque trabajan juntos. No es de extrañar que salgan a
comer juntos.
-
Ya lo sé.
Giramos en una
esquina. Al final del pasillo hay una puerta. Nuestra conversación termina y
solo se escucha el taconeo de mis zapatos blancos. Giro el picaporte. El tiempo
parece ir más lento. Él me dice algo y yo me río porque me hace gracia mientras
abro la puerta. Cuando giramos las caras y las risas se congelan. Al igual que
el tiempo y aquella escena. Los gemelos del que se supone que sería mi futuro
marido caen al suelo. Me mira, le miro, ella también me mira y luego cambia su
mirada a mi acompañante. Mi acompañante gruñe. Se mueve a mi lado. Se me
adelanta y coge entre sus manos el cuello de la camisa del novio. La chica se
hace a un lado. Grita. Yo no puedo moverme. No lo entiendo. El corazón se me
acelera mientras comienzo a comprender que es lo que está ocurriendo.
El novio, mi novio,
esta semidesnudo. La camisa desabrochada, al igual que los pantalones. La
chica, mi dama de honor, la novia del mejor amigo de mi novio tiene el vestido
bajado hasta la cintura y la falda subida hasta las caderas. No puede ser. Mi
acompañante le pega un puñetazo al novio. Yo me llevo las manos a la cara.
Lloro. La dama de honor los separa. Grita a su pareja. Le dice que no le
quiere. Que está enamorada de otro. De mi novio. Abro los ojos más fuerte. Le
miro a él. Él me mira y baja la mirada. Él también la ama. Cojo un jarrón
cercano a mí y le intento dar mientras le insulto. Fallo, pero no me importa.
Mi acompañante intenta pararme. Me abraza, intenta calmar mi respiración
agitada. Le dice algo a él, no lo escucho. Solo oigo el sonido de mi corazón
haciéndose mil pedazos.
Salimos a fuera. Me
lleva a la estancia donde yo me estaba preparando. Me dice que le espere allí.
Que me cambie. Que avisara a la gente. No hay boda. No me caso. Me cambio sin darme
cuenta de lo que hago. Todavía no me lo creo. Ayer me dijo que me quería y que
iba a hacerme feliz. Mentiras. Todo era mentira. Sigo llorando. Me ahogo en mi
pena.
Él vuelve. Me coge de
la mano. Me saca de aquel lugar. Vamos a un bar. Pide un par de copas. Los dos
nos la bebemos de un trago. Les maldecimos. Les odiamos. Nos sentimos
miserables y engañados. Me emborracho. Ya no siento dolor. Ya no me siento
triste. Salimos de aquel lugar cuando ya es de noche. No hablamos. Me acompaña
a mi casa. Abro, no hay nadie. Entra conmigo. Sirvo otras dos copas con
torpeza. Seguimos bebiendo en silencio. Me siento incomoda. Lo miro. Me mira.
Se acerca a mí. Nos besamos.
El tiempo va lento
una vez que estoy entre sus brazos. Me besa y me tranquiliza. Me acaricia y
ardo en llamas. Me susurra algo. No lo escucho. Solo quiero olvidar. Que me
haga olvidar. Y lo hago. Solo pienso en el ahora. En él. En mí entre sus
brazos. Me llena, me siento gloriosa. Me excita, le excito. Me siento caliente.
Nos besamos con pasión y me hace suya. Soy una con él. Escucho un ruido. Los
dos levantamos la mirada. El novio esta allí. Nos separamos al instante.
-
No es lo que parece – le digo.
Estúpida. Me siento
estúpida. ¿Qué he hecho? Su mejor amigo se levanta. Se excusa, se acerca a él.
Le intenta explicar. Estábamos borrachos, dolidos, tristes. Éramos cómplices.
La cosa se nos fue de la mano. Él no lo entiende. Le atesta un puñetazo. Me
dice que se va, que no va a volver. Que le he hecho daño. Y lo hace. Coge sus
cosas y se marcha. Su mejor amigo sale tras él. Me dejan sola.
Vuelvo a llorar. Miro
el armario medio vacío. Cojo una camiseta del suelo y me la pongo. Miro donde
estaban sus cosas. Vacío. Como yo. Me siento vacía. Me ahogo, me ahogo en mi
soledad. Nadie llama. Nadie viene a verme. A nadie le importo. Ya nada importa.
Y cuando me doy cuenta de ello. Grito y me odio. Y entonces... me despierto.
Escucho al perro
ladrar, empieza un nuevo día. Es sábado. No hay que trabajar. Desayuno, me
ducho, me visto, me peino y me cepillo los dientes. El otro cepillo ya no está
allí. Mejor. Saco al perro a pasear para que se calle. Llego temprano a casa. A
mi casa vacía. Me aburro. No sé qué hacer.
-- Karin se ha
conectado.
Karin: Hola.
Lea: ¡Sigues viva!
Karin: Se hace lo que
se puede. ¿Qué tal?
Lea: Fatal. Esta
barriga no me deja tranquila ni un solo día.
Karin: Solo te quedan
dos semanas.
Lea: Dos largas y
eternas semanas. ¿Cómo lo llevas?
Karin: Siguen ahí.
Lea: Supéralo, ya es
hora.
Karin: Ya lo he
hecho, pero los sueños siguen ahí.
Lea: Al igual que el
perro. Era suyo, se llevo todo y te dejo el chucho a ti.
Karin: Se le coge
cariño.
Lea: A los cerdos no
se les coge cariño.
Karin: Me refiero al
perro.
-- JT se ha
conectado.
Lea: Hablando del rey
de roma.
JT: ¿Me echabas de
menos Lea?
Lea: ¿A ti? No
gracias, tengo un maravilloso esposo. No te necesito.
JT: Lastima, me
partes el alma.
Lea: Eso se lo dices
a todas.
JT: No, tú me partes
el alma. Pero Karin me parte el corazón.
Karin: Sigue en pie
lo de las tiritas si quieres.
JT: Prefiero que me
lo cures tu con tu amor.
Karin: De eso ya no
tengo, lo siento.
Lea: Amor es lo que
le hace falta. Dale amor Donjuán y échale un buen polvo de paso.
Karin: ¡Lea!
JT: No te preocupes,
si algún día se deja ver, lo haré.
-- Karin se ha
desconectado.
Lea: Pues hazlo
mejor. Mira, la has ahuyentado.
JT: Has empezado tú.
-- Max se ha
conectado.
Lea: No le eches las
culpas a una pobre mujer embarazada.
Max: Tú de pobre
mujer no tienes nada.
Lea: Hablando de
cerdos...
JT: El que faltaba.
Max: Tú calla.
Lea: ¿Qué te trae por
aquí después de un año entero?
JT: Viene a echar sal
a las heridas.
Max: Cállate.
Lea: Ella se ha ido.
Max: Lo sé, no la
veo.
JT: Ni ella quiere
verte.
Max: Vete a la
mierda.
JT: Lo haría, pero estás
muy lejos.
-- Karin se ha
conectado.
Lea: Hola de nuevo.
Karin: Que os quede
claro. Voy a cambiar. Lo voy a buscar.
Lea: ¿Al perro?
JT: ¿A mí?
Max: Hola Karin.
Karin: Adiós Max. Al amor.
JT: El lunes paso a
por ti y ya lo tendrás. No te escapes.
Max: Das asco.
Karin: Tu más. Él no
abandono a nadie. Él no se tiro a su dama de honor en su boda.
Lea: JT ya sabe quién
eres.
JT: ...
Max: Él se follo a mi
novia ese mismo día.
Karin: Ajo y agua. Se
da lo que se recibe.
JT: ¿Me utilizaste
Karin?
Lea: Esto se pone
interesante...
Karin: No JT.
JT: Chúpate esa.
Karin: Lo siento Max.
Siento que te haya dejado por otro.
JT: No lo sientas, se
lo merece.
Karin: Lo sé.
Max: Idos a la
mierda. No pienso hablaros nunca más.
Karin: Eso, ahora
coge el chupete y a la cuna.
Max: Veo que ya lo
has superado.
Karin: Veo que sigues
tan imbécil como siempre.
JT: Veo que mi
oportunidad a llegado.
Lea: ¿Qué
oportunidad?
Karin: ¿Qué
oportunidad?
Max: Pues que se te
atragante.
-- Max se ha
desconectado.
Lea: Me voy, clase de
preparación para el parto.
-- Lea se ha
desconectado.
JT: ¿Cómo sabes que
soy yo?
Karin: Ayer te vi
antes de que las puertas del ascensor se cerraran.
JT: ¿Oíste mi
mensaje?
Karin: Sí.
JT: Me debes una
comida.
Karin: Lo sé.
JT: Te debo una
explicación.
Karin: Esta bien.
JT: El lunes, sin
falta. Comemos juntos.
Karin: Vale.
-- Karin se ha
desconectado.
JT: Pronto todo
quedara claro...
-- JT se ha
desconectado.
El sueño era su boda o una peli porno :O
ResponderEliminar50%... No, es su boda claro está. Ella le va a llevar los gemelos al novio y se lo encuentra dándose el lote con la dama de honor, de ahí la escena porno XD
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